Ante el aumento de las tasas de la tuberculosis
y la aparición de cepas multirresistentes en Costa Rica, las autoridades de
salud decidieron, en 1996, descentralizar y fortalecer el Programa Nacional
para el Control de la Tuberculosis (PCT). Para lograrlo, como parte de la
estrategia se decidió brindar capacitación al personal de los servicios de
salud, mejorar la capacidad resolutiva para el diagnóstico de laboratorio e
implementar la modalidad de tratamiento estrictamente supervisado (TAES/DOTS).
Aunado a los esfuerzos anteriores, en
1997 se creó el Centro Nacional de Referencia para la Tuberculosis (CNRTB),
cuya primera tarea fue organizar la Red nacional de laboratorios públicos y
privados, con la finalidad de fortalecer la vigilancia epidemiológica de la
tuberculosis.
El diagnóstico, el control de calidad y
la capacitación del personal de los laboratorios de la red han conformado las
principales funciones del CNRTB, labores estrechamente relacionadas con el
objetivo principal del PCT, el cual busca incrementar la cobertura y calidad
de las baciloscopías, estándar de oro para el
diagnóstico y seguimiento del tratamiento de los pacientes con tuberculosis
pulmonar.
En el año 2013, el CNRTB pasó a
llamarse Centro Nacional de Referencia de Micobacteriología
(CNRM), en virtud de que no solo identifica Mycobacterium tuberculosis, sino la amplia gama de
micobacterias no tuberculosas; y porque, además, tiene centralizado el
diagnóstico baciloscópico y molecular del Mycobacterium leprae.
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Para realizar esta labor, el CNRM cuenta
con un laboratorio de bioseguridad de nivel 3, único de este tipo en el país.
En lo que respecta al aseguramiento de la calidad, el CNRM
realiza la confirmación del diagnóstico baciloscópico
de la tuberculosis que realiza la red nacional, compuesta por más de cien
laboratorios, entre públicos y privados. La mejora de las competencias de los
miembros de la red, en el procesamiento de muestras para el diagnóstico de la
TB, se obtiene a través de cursos de capacitación que imparte el CNRM.
Como lo indica el “Manual de normas y procedimientos técnicos
para el diagnóstico bacteriológico de la tuberculosis 2016”, en su página 6:
“…todos los componentes de la red tienen responsabilidad y se complementan
para asegurar el acceso al diagnóstico bacteriológico rápido y confiable.
Todas las unidades de salud deben recibir muestras de los SR o sintomáticos.
Los laboratorios deben estar integrados a los programas de garantía de
calidad del CNRM”.
Con respecto a la Enfermedad de Hansen, como ya se ha indicado,
el CNRM tiene centralizado el diagnóstico bacteriológico, por lo que todas
las muestras tomadas a los pacientes, en los centros de salud públicos y
privados, deben ser enviadas al INCIENSA para su respectivo procesamiento.
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